¡Bartolomé Leal al habla!: Blog de novela policial y negra
El florecimiento del género policial y negro entre los autores de distintos países, culturas y lenguas, ha permitido la aparición de libros de atractivo inédito para los aficionados. Desde ya, ha permitido superar el concepto del sabueso privado à la Chandler, para dar paso a personajes dotados de identidad étnica y cultural, más bien investigadores antes que detectives. Los mejores son, por cierto, aquellos que escudriñan a su gente y su entorno, con sus alegrías y pesares, valores y miserias.
El checo Josef Skvorecky (1924-2012) es uno de ellos. Perteneció a una generación privilegiada de escritores, junto a Václav Havel, Bohumil Hrabal y Milan Kundera, por nombrar a los más conocidos. Aquellos que protagonizaron la liberación de su país de entonces, Checoslovaquia, de la dominación soviética; y que narraron, además, las penurias de la anterior ocupación nazi.
Skvorecky es antes que nada un hombre de Praga. Y un hombre de jazz. En un libro que me acompañó alguna vez, una guía literaria de Praga, había un relato suyo acerca de un encuentro jazzístico donde Bill Clinton se junta con el presidente Havel a tomar cerveza y tocar jazz en uno de los maravillosos clubes de esa ciudad. Recuerdo el detalle del orgullo del checo porque el instrumento era de factura nacional; y su refunfuño porque alguna vez los burócratas comunistas habían tratado de prohibir el saxofón.
Nuestro escritor es el creador del teniente Boruvka, un hombre triste, melancólico e perspicaz, que las oficia de detective privado entre la comunidad checa de Toronto, Canadá, donde Skvorecky emigró y vivió una parte importante de su vida. La serie de Boruvka comporta tres novelas y un volumen de cuentos, escritas entre los años 60 y 80. Algunas están traducidas al castellano. Presentan de manera irónica y aguda a las comunidades de exiliados checos, que a menudo trasladan sus problemáticas de la tierra lejana al país que los acoge, y alguna violencia se suscita al respecto. Por ejemplo, entre los que huyeron del nazismo primero y el comunismo después.
Tal vez el libro más espectacular de Skvorecky, quien escribió mucho y fue candidato al Premio Nobel de Literatura, es su novela The Miracle Game (1972). No sé si estará traducida. Protagoniza Danny Smiricky, personaje recurrente en sus narraciones, quien investiga en dos tiempos un supuesto milagro exaltado por los curas católicos, y denunciado como fraude por los burócratas prosoviéticos. Un pretexto para mostrar la evolución de la sociedad checa hasta desembocar en la trágica primavera de Praga (1968) y los ulteriores movimientos que llevaron al milagro de la democracia en ese país, la división entre República Checa y Eslovaquia, y lo demás que registra la historia.
Josef Skvorecky escribió libros originales: una biografía del músico Dvorak durante su etapa norteamericana, varios libros sobre el saxofón en el jazz, una novela satírica titulada La República de la Rameras, traducciones de Faulkner y Hemingway, y mucho más. Un detalle interesante, señalado por algunos amigos a su muerte: le gustaba juntar a sus viejos compadres jazzistas y contarle a la gente cómo cada uno de ellos era un figurante de sus libros, para jolgorio de todos. Acá en Chile todo el mundo se ofende si uno lo coloca de personaje, a menos que exalte sus pretendidos esplendores…